El método ‘sayu’ que utilizan los japoneses para mejorar la digestión y favorecer la pérdida de peso
En España todos sabemos que lo que comemos es fundamental para nuestra salud, y también para nuestro peso. Si, además, incorporamos el ejercicio a la ecuación, las posibilidades de quitarnos los kilos que nos sobran son mayores, sin duda. Pero claro, en este contexto surge la preocupación de quienes no son muy fans de los gimnasios o del deporte en general. ¿Qué pueden hacer en estos casos?
Intentar adelgazar ha sido un caballo de batalla siempre, y para ello hay mil propuestas: dietas restrictivas, ejercicios intensivos, suplementos por doquier… Para solucionar de un plumazo todas estas variables, los japoneses han exportado al mundo su ‘método sayu’, un gesto absolutamente sencillo con el que aseguran que vamos a perder peso, y que tiene el foco puesto en el agua.
Perder peso… ¿con agua?
El método japonés del que hablamos, que se ha extendido como reguero de pólvora por todo el mundo, poco tiene que ver con una dieta restrictiva o con unas pastillas milagrosas. ‘Sayu’ habla de agua, concretamente de agua tibia.
La hidratación es imprescindible para que nuestro organismo mantenga las funciones vitales en su punto justo. Al parecer, según predica el ‘sayu’, también es básica para regular el metabolismo y ayudarle a eliminar la gran cantidad de toxinas que va acumulando a lo largo del día.
Numerosos estudios científicos avalan la importancia del consumo abundante de agua, tanto para la función metabólica como para la energía, la depuración de los riñones… y ahora, según los japoneses, también para adelgazar. Eso sí, la premisa es que el agua debe beberse tibia, algo que en Japón es costumbre ancestral, y siempre en ayunas. Parece simple.
¿Qué nos propone el método japonés ‘sayu’ para adelgazar?
El ‘sayu’ propone a quienes quieran limpiar su organismo y eliminar el exceso de grasa tomar agua tibia cada mañana en ayunas. Eso sí, el mínimo deben ser cuatro vasos colmados. El agua que ingerimos debe haber sido previamente hervida, y enfriada después, aunque nada de que pase por el frigorífico.
El siguiente paso, una vez nos hemos despertado y hemos tomado con calma nuestros cuatro (o cinco) vasos de agua templada consiste en esperar 45 minutos antes de empezar con el desayuno, y comer cualquier tipo de alimento sólido.
Este tiempo de espera, que pudiera parecernos un poco exagerado, es imprescindible para que el agua cumpla con su función en el organismo y pueda activar el sistema digestivo. Una vez lo ha hecho, nuestra salud intestinal mejorará, y el estreñimiento será cosa del pasado (según aseguran sus defensores).
Además de ayudarnos a perder peso, la ingesta de agua en ayunas va a conseguir un chute de hidratación para comenzar el día de la mejor manera, consiguiendo que la piel esté elástica y que la retención de líquidos no haga su aparición en cuanto nos ponemos de pie. Por otra parte, al aumentar la temperatura corporal, vamos a contribuir de una manera natural a la quema de calorías durante la jornada.
Los beneficios de beber agua tibia ‘sayu’ en ayunas
Además del control del peso sin esfuerzo, que es la principal razón por la que argumentan en Japón que el método ‘sayu’ ha conquistado el mundo, esta costumbre de beber agua templada en ayunas contribuye a reducir el vientre hinchado y la retención de líquidos en las piernas. Las digestiones durante las comidas del día van a ser más ligeras.
Pero es que, además, este gesto hidratante en ayunas se va a reflejar en el estado de nuestra piel, que va a estar más elástica y con una apariencia tersa y más joven. El sistema circulatorio funcionará mejor y las toxinas podrán eliminarse desde primera hora de la mañana.
Los defensores del ‘sayu’ argumentan que, incluso, esta costumbre ayuda a reducir los niveles de estrés y a mejorar el bienestar, lo que favorece un cierto estado de relax incluso durante las maratonianas jornadas de trabajo.
¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate a nuestra nueva newsletter.