Paciencia, creatividad, empatia… todo lo que los niños estan aprendiendo de esta pandemia
Los trastornos, mas en adultos que en niños
“Los confinamientos les han enseñado no solo a saber aburrirse y a ser mas pacientes, sino tambien a valorar la recompensa de esa espera”
Aprendizajes positivos
Aprender de resolver mejor los conflictos. El roce hace el cariño, pero tambien provoca que los conflictos afloren con mas facilidad. Si no podemos huir de ellos porque tenemos que estar encerrados en casa, no nos queda otra que enfrentarnos a ellos y aprender a manejarlos. Esto ha ocurrido especialmente entre hermanos, aunque tambien entre padres e hijos. Como una vida tener conflictos con los otros nunca es una utopia, tener que enfrentarse a estos roces si o si, les ha servido como ‘entrenamiento’, porque, aunque a ningun padre le guste ver discutir a sus hijos, lo cierto es que estos enfrentamientos ayudan al desarrollo emocional, “la vida comporta conflictos y situaciones desagradables que tenemos que afrontar, y nuestra manera de hacerlo depende de que mecanismos hayamos aprendido”, explica Amalia Gordovil. Entre las enseñanzas positivas que se pueden extraer de estos conflictos entre hermanos, la profesora destaca que les enseña a defender su opinion, a expresarla correctamente y a explorar sus limites dentro de cada disputa. O sea, que tambien puede ayudarles, sobre todo en el caso de los adolescentes, a tener un mayor autocontrol sobre si mismos y sus reacciones.
Mas creatividad. En una sociedad en lo que los niños, no solo tiene que ir al colegio y hacer los deberes, sino que a menudo ven ocupado casi todo su tiempo en actividades extraescolares, no tiene cabida el aburrimiento. Durante el confinamiento, muchos niños volvieron a experimentar el aburrimiento, algo que, aunque tenga connotaciones negativas, es fundamental para el desarrollo de la creatividad, la curiosidad y la paciencia, “es una condicion que nos lleva a explorar y experimentar. En una sociedad marcada por estimulos constantes, los pequeños apenas tienen tiempo de desarrollar su paciencia. Los confinamientos les han enseñado no solo a saber aburrirse y a ser mas pacientes, sino tambien a valorar la recompensa de esa espera”, concluye.