Estigma social, el principal obstaculo para tratar la incontinencia
A pesar de que la incontinencia afecta a un porcentaje significativo de la poblacion, el estigma social que la rodea es el principal obstaculo para su diagnostico y tratamiento, ya que solo en torno al 30% y 50% de los que la padecen acuden al medico. La incontinencia se asocia normalmente con la edad, pues es cierto que los ancianos la padecen en mayor proporcion, pero sus causas son muy numerosas. Puede proceder de lesiones durante el parto, secuelas de una cirugia rectal o como consecuencia de otras enfermedades.
“Hay mucho desconocimiento. La gente no sabe como gestionarlo porque tu vida cambia totalmente, pasas a depender de un lavabo y unos pañales. Eso te limita en todos los aspectos de tu vida, en el trabajo, en tu vida de pareja, en tu vida social…”, cuenta Angels Roca, presidenta de ASIA.
Angels, que padece incontinencia anal desde hace 21 años -a raiz del parto de su tercer hijo- explica como durante “los diez primeros años deje el trabajo porque estaba de cara al publico. Me creo una vergüenza tal que deje el trabajo, me fui a vivir a otro sitio y empezamos de cero”. A lo largo de esa decada, tambien se sometio a varias esfinteroplastias hasta que encontro el tratamiento mas adecuado para ella y que le ha permitido continuar una vida normal.
A las personas que acuden a la asociacion en busca de ayuda e informacion, “lo que mas les preocupa es la vida laboral, porque tienes que ir muchas veces al lavabo y te inquieta mucho que la gente lo sepa, asi que lo llevas en silencio. Esto crea ansiedad y nervios, acabas faltando al trabajo o pidiendo bajas laborales y al final es un despido”, concluye Angels.
Algunos sintomas pueden desaparecer con tecnicas poco invasivas, como la rehabilitacion del suelo pelvico o el control de la dieta. Tambien existen otros tratamientos mas avanzados como la cirugia, el biofeedback o la electroestimulacion tibial, pero la tecnologia ha demostrado ser la mejor aliada en los ultimos años para la creacion de dispositivos destinados a mejorar la calidad de vida de cientos de pacientes.
Desde la asociacion insisten en que la gente sepa “que hay muchas opciones para poder hacer una vida lo mas normal posible”. Una leccion a la que Angels se aferra veinte años despues de ser diagnosticada con incontinencia: “Si hago balance, lo que peor llevare toda mi vida es que, por desconocimiento de todos los productos o tratamientos, me encerre y me perdi lo mejor de mis hijos”. Aunque ahora, gracias al neuroestimulador que lleva desde hace una decada, “puedo hacer con mis nietos lo que no hice con mis hijos”