La harina con más antioxidantes que ayuda contra enfermedades cardiovasculares y las menos recomendadas
En este mundo cada vez más globalizado, conocemos las noticias que se producen al otro lado del mundo, pero también descubrimos los alimentos que en España no son demasiado habituales o nos son completamente ajenos, pero que pueden aportarnos muchos beneficios si los introducimos en nuestra dieta, en el marco siempre de una alimentación variada, equilibrada y saludable.
Esto es lo que sucede con la harina, porque si bien lo más habitual es tener en casa la típica harina de trigo, lo cierto es que existen una variedad tan grande de harinas en el mercado que podremos escoger la que más se ajuste a lo que queremos cocinar o a lo que queremos conseguir, porque no es igual es coger una harina si queremos favorecer la digestión o si lo que buscamos es perder peso. Si queremos cuidar nuestra salud, no estaría mal conocer la harina de ramón.
Las harinas que ayudan a cuidar la salud
Quienes cocinan de forma habitual saben lo práctico que resulta tener a mano harina en la cocina, pero no todas son iguales y por eso conviene saber cuál escoger, tanto en función de la receta que queramos preparar como de si queremos aprovechar sus beneficios para la salud. Desde este medio destacan las bondades de la harina de semillas de ramón, que en España no es demasiado conocida, pero que es muy recomendable especialmente en repostería y para la elaboración de tortillas y panes.
El ramón es un árbol que abunda en los bosques tropicales del sureste de México y Centroamérica. Del ramón se aprovecha casi todo, aunque es de sus semillas, deshidratadas y molidas, de donde se extrae una harina que se considera muy nutritiva, es rica en fibra, calcio, ácido fólico, hierro, zinc, proteínas y vitaminas A, B, E y C.
Esta harina favorece la función de la microbiota intestinal, contiene más antioxidantes que otras harinas y contribuye a mantener niveles estables de azúcar en la sangre, favorece el aumento del colesterol bueno y la disminución del colesterol malo. Todo esto ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Harinas refinadas, por qué son menos recomendables
Durante mucho tiempo se apostó por las harinas refinadas, pero el tiempo ha demostrado que las harinas integrales aportan muchos más beneficios para la salud porque la harina integral conserva todas las partes del grano, incluida la cáscara exterior, el germen y el endospermo, lo que la convierte en una fuente de fibra y nutrientes, mientras que en las harinas refinadas, tanto las de trigo como otras, se elimina parte del grano, haciendo que se pierdan parte de las vitaminas, minerales, proteínas vegetales y fibra.
La fibra favorece las digestiones saludables y previene el estreñimiento, además ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, algo especialmente beneficioso en personas con diabetes o con riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Además, la fibra hace que resulte más saciante, lo que favorece en caso de buscar perder peso.
La harina integral es fuente de nutrientes como la vitamina B o minerales como el magnesio o el hierro. Contiene también fitoquímicos y antioxidantes que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mejorando la salud arterial y disminuyendo el colesterol malo.
A pesar todos los beneficios que aporta, no todo el mundo ha probado estas harinas o las ha priorizado antes que las refinadas. El consumo de estas harinas refinadas podría estar asociado con problemas de salud graves como pueden ser la obesidad, las patologías cardiovasculares o la diabetes. Es también relevante la manera en la que se consumen estas harinas, porque normalmente es en forma de pan, pizza, galletas y otros alimentos procesados y ultraprocesados.
Referencias
Fibra: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002470.htm
¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate gratis a nuestra nueva newsletter.