¿Les sacas muchas fotos a los niños?: Asi puede influir en su desarrollo
Cuando mi hija tenia dos años, o quiza menos, aprendio a poner su “cara de foto” o, como la llamabamos entonces, “la carita”. La carita era una sonrisa completamente artificial y estatica que esbozaba mirando directa al objetivo en cuanto alguien sacaba una camara o un telefono movil para fotografiarla, algo que, confieso, sucedia muy a menudo. Y es que a todos nos hacia mucha gracia verla imitando a los mayores, posando con sus rizos rubios y aquella expresion tan adorable mientras jugaba, se disfrazaba, comia o aprendia a andar en bicicleta.
En cuanto tuvo uso de razon, la niña empezo a negarse a que cualquiera tomara imagenes de ella. Se tapaba la cara −bye, bye, carita− y se quejaba enfadada: “¡Fotos no!”, como si fuera una estrella de cine harta de la persecucion de los paparazzi. A dia de hoy siguen sin gustarle ni un poco las camaras y no puedo evitar preguntarme si la culpa fue de nuestro exceso de entusiasmo en sus primeros años. ¿Hacemos demasiadas fotos a nuestros hijos? ¿Les perjudica de alguna manera tanto interes por documentar cada uno de sus pasos?
Culto a la imagen: el peligro de influir en el desarrollo de los niños
Un estudio de 2018 publicado en la revista Developmental Psychology concluyo que a los niños empiezan a importarles las opiniones ajenas muy pronto, alrededor de los catorce meses. En dicho estudio se observo que las reacciones de un observador ante las acciones de los bebes influian en sus decisiones, y que estos modificaban sus actos en funcion de como pensaban que el observador iba a percibirlas.
Segun el estudio, los niños mostraban una tendencia muy clara a actuar para ganarse la aprobacion del experimentador. ¿Estaremos influyendo en el comportamiento de nuestros hijos al revolotear a su alrededor todo el tiempo con los clics de nuestras camaras? ¿Los estamos volviendo conscientes de su imagen a una edad demasiado temprana? ¿Es posible que les estemos comunicando que las fotografias tienen mas valor que la propia experiencia?
Pautas y recomendaciones
Hacer fotos a los niños no tiene nada de malo por si solo, argumentan algunos psicologos, pero si debemos ser conscientes de como las hacemos y como las usamos despues. He aqui algunas sugerencias:
Hacer menos fotos: El exceso, como en casi todo, es enemigo de lo bueno. Resulta facil que los niños se obsesionen con su propia imagen cuando les hacemos demasiadas tomas. Y resulta facil que los padres nos desconectemos si nos pasamos el rato observandoles desde detras de una pantalla. Todavia recuerdo con apuro un recital en el que participo mi hija a los cinco años y en el que casi todos los padres se pasaron el rato grabando −y no disfrutando− de la actuacion de los chicos.
Es bonito guardar recuerdos de los momentos significativos y compartirlos, incluso, con familiares y seres queridos que viven lejos, pero algunos expertos comenzaron a advertir que muchos chavales se muestran precozmente preocupados por su propia imagen al estar constantemente expuestos a estimulos que les llevan a centrarse en si mismos, como las fotos y los videos que les tomamos y que incluso compartimos en las redes. Demasiada conciencia de su imagen puede producirles mas adelante ansiedad y una tendencia mas acusada hacia el narcisismo y el perfeccionismo.
Por ello, es necesario reflexionar bien acerca de ese mensaje, que ya estamos proyectando en el mismo momento en que les ponemos la camara delante.
Registros con conciencia: Busca momentos significativos, no hagas fotos sin ton ni son. Y cuando enmarques, pon toda tu atencion en el niño. Observa las cualidades esteticas de la foto, la composicion, la luz, e intenta estar muy atento en el momento del disparo. Y sobre todo, imprimelas. Arma albumes o enmarcalas y colgalas por la casa, no dejes que se queden perdidas y desorganizadas en tu telefono o en el disco duro de una computadora.
No olvides vivir el momento: Algunos estudios advierten que, aunque el principal objetivo a la hora de tomar fotos es recordar mejor los buenos momentos, el mismo hecho de hacerlo dificulta, paradojicamente, la formacion de dichos recuerdos. Maryanne Garry, profesora de psicologia e investigadora en la Universidad Victoria de Wellington (Nueva Zelanda), declaro recientemente en un articulo de la NPR que pasar demasiado tiempo detras de una camara puede cambiar nuestras experiencias e incluso nuestros recuerdos.
“Creo que el problema es que la gente esta renunciando a estar presente en el momento”, afirmo. “En cuanto haces clic con la camara es como si hubieras externalizado tu memoria. Y cada vez que nos fiamos de esos aparatos de memoria externa estamos eliminando el proceso mental cognitivo que podria a ayudarnos a recordar de verdad esas cosas por nuestra cuenta”.
Es importante participar de en las fotos que tomamos para remarcar la importancia de la familia.
Por ultimo, no esta de mas recordar que de vez en cuando es interesante dejar en casa el smartphone o la camara y limitarse a disfrutar de las vistas. En definitiva, no se trata de dejar de hacer fotografias, pero si de hacerlo de forma mas selectiva y consciente.
Fuente: Rocio Carmona para La Vanguardia.