• Portada
  • Puerto Rico
  • España
  • Argentina
  • Colombia
  • Lea éstos también

    • Un corrector de postura ajustable, la mejor solución para reducir tus dolores de espalda por solo 10 eurosUn corrector de postura ajustable, la mejor solución para reducir tus dolores de espalda por solo 10 euros
    • Un cardiólogo explica el error común que se comete al tomar la pastilla para el colesterolUn cardiólogo explica el error común que se comete al tomar la pastilla para el colesterol
    • Carlos Alcaraz – Daniil Medvedev, en directo | Semifinal Wimbledon 2023Carlos Alcaraz – Daniil Medvedev, en directo | Semifinal Wimbledon 2023
    • Siete mitos sobre la masturbación que sigues escuchando y son mentira
    • Un estudio de Harvard advierte sobre el tipo de alimentos que pueden aumentar el riesgo de ParkinsonUn estudio de Harvard advierte sobre el tipo de alimentos que pueden aumentar el riesgo de Parkinson
    • ¿Existe el libre albedrío? Esto es lo que reflexionan filósofos y científicos¿Existe el libre albedrío? Esto es lo que reflexionan filósofos y científicos
    • Investigadores españoles desarrollan una técnica para frenar el cáncer de próstata agresivo sin cirugíaInvestigadores españoles desarrollan una técnica para frenar el cáncer de próstata agresivo sin cirugía
    • Peter Attia: “Un indicador de buena salud es poder cargar la mitad de tu peso en cada mano y caminar durante 1 minuto”Peter Attia: “Un indicador de buena salud es poder cargar la mitad de tu peso en cada mano y caminar durante 1 minuto”
    • Qué es el hambre emocional y cómo podemos identificarloQué es el hambre emocional y cómo podemos identificarlo
    • Voces del hambre desde GazaVoces del hambre desde Gaza
  • Portada
  • Puerto Rico
  • España
  • Argentina
  • Colombia

Voces del hambre desde Gaza

Posted On 31/07/2025
0


0
Shares
  • Share On Facebook
  • Tweet It

Antes del 7 de octubre de 2023, Mahmud regentaba una barbería que le permitía vivir dignamente con su familia. La guerra ha destruido su negocio y su casa, pero su vida terminó de quebrarse por completo el día en que dispararon a su hermano mayor en un punto de reparto de comida. Lina es filóloga inglesa y madre de cinco hijos. En estos 21 meses de conflicto se ha desvivido para proteger a sus niños de las bombas, al tiempo que lidia con el rugido de sus estómagos vacíos. Cada día se las ingenia para que, al menos, tengan acceso a una comida. Mohamed es de los pocos cirujanos vivos que quedan en la Franja. Hace un año su mujer y sus hijos pudieron escapar de Gaza, pero él decidió quedarse para curar las heridas de la guerra y del hambre. Los hospitales están colapsados y el personal sanitario trabaja en condiciones extremas, agravadas por la carestía de material sanitario y la falta de comida.

En las últimas 24 horas otros 10 palestinos han muerto por desnutrición, las autoridades locales suman ya 111 víctimas mortales a causa de la hambruna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que está ocurriendo en Gaza es una de las “peores crisis de hambre del mundo que se desarrolla en tiempo real”. A lo largo de la historia, el hambre se ha utilizado como un arma de guerra y de exterminio. Las muertes que provocan tanto las crisis alimentarias como los conflictos son evitables. Sin embargo, Mahmud, Lina y Mohamed se aferran cada día a la esperanza de vivir un día más en una tierra calcinada bajo un cielo hostil. La población en Gaza ha disminuido un 6%, según el último censo de la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS), con datos a enero de 2025. Estiman que en la Franja viven 2,1 millones de personas en una superficie de 41 kilómetros de largo y 12 kilómetros de ancho cubiertos por un océano de escombros. Más de 59.000 personas han sido asesinadas y otras 142.000 han resultado heridas. Esquivar los ataques por tierra, mar y aire del Ejército israelí no es suficiente, ya que conseguir comida se ha vuelto una tarea de alto riesgo.

Según Naciones Unidas, más del 80% de la población sufre de inanición, lo que les obliga a recurrir a pienso para animales o a plantas como la malva. La situación ha sido crítica desde el principio, pero tras el fracaso de la última tregua, Gaza se ha vuelto irrespirable. Todo ha ido a peor desde el pasado 2 de marzo, cuando el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenó el bloqueo total a la entrada de ayuda humanitaria y, más tarde, encomendó esta tarea a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF en sus siglas en inglés) conocida entre los gazatíes como “americanos”. Se trata una organización patrocinada por Israel y Estados Unidos, cuya financiación es opaca y cuenta con el rechazo de la ONU y otros organismos internacionales.

Mahmud Jabar Brahim

Mahmud Jabar Brahim

38 años. Asesinaron a su hermano en el punto de recogida de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza.

“No son ayudas, es una invitación a la muerte”

Mahmud camina todo lo rápido que puede. Lo hace casi corriendo, hasta quedarse sin fuerza. Es un trayecto largo y peligroso. Se para y vuelve a levantarse. Hay que avanzar, aunque cada paso pesa y por cada metro recorrido la flaqueza se adueña de sus piernas. Las nubes expulsan fuego y la tierra cobija explosivos. “¡Más de 10 kilómetros!”, exclama. Horas de caminata con pausas cortas. Escombros y más ruinas. Otros ojos desesperados. Una vez cerca de las colas del hambre, su cuerpo no puede relajarse. Se escuchan disparos, “¿al aire o a la tierra?”, se preguntaba Mahmud, al recordar lo que ha bautizado como “la marcha hacia la muerte”. Solo quería acudir a uno de los puntos de ayuda, el de Netzarim, ubicado al sur de Wadi Gaza.

“Baba (papá) tengo hambre”, son las palabras de su hija. Se repetían en su mente y fueron un impulso para arriesgar su vida e intentar traer algo de comida de los americanos a casa. “No tenía otra alternativa”, dice y jura por Alá y por su madre. Pero al llegar les disuadieron con disparos y volvió a casa con las manos vacías. Mahmud tiene 38 años y es padre de siete hijos. Antes de la ofensiva israelí sobre Gaza, tenía una casa y una barbería que le permitía salir adelante. “Ahora vivo en una choza de plástico y no tengo nada, ni siquiera una miga de pan para mis hijos“, lamenta. “Para conseguir comida nos enfrentamos al camino de la muerte”, lamenta. Antes del conflicto, pesaba 93 kilos y ahora pesa 65. Llevan semanas haciendo solo una ingesta al día y a veces solo ha sido “agua caliente con cualquier cosa que le cambie un poco el sabor”. “He ido a buscar comida para mi familia, no a morir”, denuncia tras hacer este camino en dos ocasiones con su hijo y fracasar en el intento. Las dos veces les dispararon. No hay apenas carreteras y su cuerpo no tiene ni fuerza ni energía para recorrer tantos kilómetros.

Dejó de intentarlo cuando la mañana del 25 de junio le despertó un amigo para darle una mala noticia: su hermano mayor, Mohamed, había sido tiroteado y estaba herido en el hospital. Vivían juntos en la misma choza. El hermano tenía 48 años y era padre de seis hijos. Fue el primero en ir a los puntos de recogida de ayuda de los estadounidenses. “La primera vez bien, la segunda sobrevivió, la tercera también y a la cuarta le dispararon los israelíes”, zanja.

Mahmud se pregunta una y otra vez por qué les reparten la comida para luego dispararles. “No son ayudas, es una invitación a la muerte”, explica. Lo recuerda como algo humillante y un atentado contra la dignidad. En una declaración bajo el título ‘Hambruna o disparos: esto no es una respuesta humanitaria’, las ONG han exigido a Israel el levantamiento del bloqueo a la ayuda humanitaria y la necesidad de restablecer los mecanismos de coordinación de distribución de suministros liderados por Naciones Unidas. Los 400 puntos de distribución de ayuda que funcionaron durante el alto el fuego temporal en Gaza fueron reemplazados por solo cuatro puntos en zonas militarizadas y controladas por el ejército israelí. “La GHF es una parodia cínica. Una distracción deliberada”, ha denunciado el encargado de la coordinación de ayuda de Naciones Unidas, Tom Fletcher. Es un “encubrimiento para mayor violencia y desplazamiento” de los palestinos en el territorio y está convirtiendo la “ayuda en un arma”.

La ONU denuncia más de mil gazatíes asesinados mientras buscaban comida. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) acusa a la fundación impuesta por Israel y Estados Unidos de actuar sin control en la “trampa mortal” de los repartos de ayuda. “Francotiradores disparan contra las muchedumbres como si tuvieran licencia para matar. Es una cacería masiva de personas con total impunidad”, ha señalado el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini. Y por su parte, desde GHF dicen que han “entregado más de 52 millones de comidas en tan solo cinco semanas” – y añaden- “no son temas de debate ni titulares de prensa, sino alimentos que llegan a las familias palestinas todos los días. Mientras tanto, otras organizaciones se quedan impotentes mientras su ayuda es saqueada. Les hemos ofrecido ayuda para entregarla de forma segura. Se han negado”.

La agencia de noticias estadounidense The Associated Press ha publicado una investigación en la que demuestra cómo contratistas estadounidenses han disparado con munición real y granadas aturdidoras a civiles desarmados. Previamente, una investigación del periódico israelí Haaretz había recopilado el relato de soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que, de forma anónima, confiesan haber recibido órdenes de disparar contra civiles desarmados cerca de los centros de distribución de ayuda para ahuyentarlos o dispersarlos. El primer ministro israelí rechazó rotundamente el informe y calificó las acusaciones de “falsedades maliciosas”.

Además, las organizaciones humanitarias que han estado sobre el terreno denuncian que la comida que se reparte es poco nutritiva y necesita cocción. El hermano de Mahmud consiguió traer, de los tres viajes que hizo con éxito al punto de reparto, un total de cinco kilos de lentejas, dos kilos de macarrones y un kilo de sal. Explica que en 24 horas su familia, compuesta por un total de 22 personas, había comido dos kilos de pasta mezclada con otro kilo y medio de lentejas. Confiesa que, en varias ocasiones, le ha pedido a sus hijos dormir para que no piensen en comida ni gasten calorías. “Estamos siempre cansados y desmayados”, señala. “Solo nos queda esperar a morir de hambre. Podemos intentar sobrevivir con agua y sal, pero vamos a morir”, añade. Su voz cansada ha perdido la esperanza de que esta pesadilla termine. “¿Hasta cuando?”, se pregunta.

Lina Abu Akmeil

38 años. Vive con su marido y sus cinco hijos en la ciudad de Gaza.

“Nuestro sufrimiento es más psicológico que físico”

Lena Abu Akmeil

Lina Abu Akmeil tiene 38 años, estudió Filología inglesa y es madre de cinco hijos. La mayor, de 14 años y el más pequeño, de dos. Durante dos semanas ha compartido con este medio su menú en estos tiempos de guerra y escasez. El suyo es el relato de una madre condenada a vivir con el terror permanente de que las bombas puedan matar a sus hijos. Al miedo se le suma la impotencia por no poder darles una comida digna.

Diario de comidas

Lina

Voces del hambre desde Gaza

10 de junio“Vivo con mi marido y mis cinco hijos en nuestra casa medio destruida en la ciudad de Gaza. Hoy hemos comido este arroz como plato principal, la otra comida fue una taza de té con media hogaza de pan. Compré un kilo de arroz por 30 dólares y cociné medio para los siete”.

Voces del hambre desde Gaza

11 de junio“Hice Falafel, la comida tradicional palestina. Cada uno de nosotros ha comido una rebanada de pan con cuatro bolas de falafel frito”.

Voces del hambre desde Gaza

12 de junioSin conexión

Voces del hambre desde Gaza

13 de junioSin conexión

Voces del hambre desde Gaza

14 de junioSin conexión

Voces del hambre desde Gaza

15 de junioSin conexión

Voces del hambre desde Gaza

16 de junio“Ha vuelto internet. Te paso un reel mío preparando la comida. Hoy hemos comido una sopa de lentejas con arroz. No teníamos ni pan, ni verduras. La segunda comida fueron unas galletas saladas con una taza de té para cada uno”.

  • Lentejas
  • Arroz
  • Galletas
  • Té

Voces del hambre desde Gaza

17 de junio“Vamos a comer un arroz con una berenjena. Las verduras son de origen local, pero tienen precios exorbitantes. Las tierras están quemadas y dañadas por los bombardeos, pero hay algunas áreas en el sur que aún producen tomates, berenjenas, pepinos y perejil”.

Voces del hambre desde Gaza

18 de junio“Hoy comimos falafel. Cada uno comió una hogaza de pan con falafel y pepino. Hago un sándwich con falafel frito dentro del pan. Normalmente, se come con tomates y pepinos, pero no hay. La otra comida ha sido una taza de té con dos galletas”.

  • Falafel
  • Pan
  • Pepino
  • Galletas
  • Té
Voces del hambre desde Gaza

19 de junio“Hoy comimos pasta. Cada uno, una taza de pasta y más tarde una taza de leche con dátiles. Nos negamos a ir a los puntos de comida. Muchos jóvenes que han ido a buscar ayuda para su familia han sido asesinados por los francotiradores israelíes. En vez de darles alimentos, les matan”.

Voces del hambre desde Gaza

20 de junio“Hemos comido un tazón de arroz sin nada más y la otra comida ha sido una hogaza de pan con dukkah. Es una comida típica en Gaza, está hecha básicamente de frutos secos y granos de trigo, pero en estos tiempos difíciles, como no tenemos trigo, lo hacemos con lentejas”.

Voces del hambre desde Gaza

21 de junio“Mira, en la foto se ve claramente como es la dukkah. La añadimos al pan para cambiarle un poco de sabor. Este es nuestro desayuno durante la guerra. Tostamos las lentejas y las molemos con especias hasta convertirlas en polvo y las llamamos dukkah”.

Voces del hambre desde Gaza

22 de junio“Hoy solo hemos comido los siete este plato de arroz con lentejas negras. Menos mal que para el desayuno de los niños me quedaba dukkah. Se la puse con el pan y una taza de té”.

Desde el 7 de octubre de 2023, la familia de Lina se ha desplazado más de diez veces para ponerse a salvo, pero con la última tregua volvieron a su casa destruida en la ciudad de Gaza. Entre ruinas, todas las mañanas busca leña o residuos para encender el fuego, después piensa en recetas milagrosas en tiempos de escasez. No hay apenas gas y más del 64% de los hogares se han visto obligados a quemar residuos para preparar alimentos, lo que supone graves riesgos para la salud y la seguridad. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), dos tercios de los hogares de Gaza (un 68%) dependen de la ayuda humanitaria. El PMA también ha anunciado el cierre de todas sus panaderías en la Franja de Gaza debido a la falta de harina.


En estos momentos la única ayuda humanitaria que entra es la que reparte la Fundación Humanitaria de Gaza. Lina se niega a arriesgar su vida o la de su marido para traer comida de los americanos. Ella prefiere regatear en el mercado. De hecho, solo el 21% de los gazatíes recurre al comercio local, puesto que los precios de los alimentos básicos se han disparado. Lina asegura que ha llegado a pagar 30 dólares por un kilo de arroz.

Las mujeres son las que más sufren las consecuencias de la guerra. Su lucha para la supervivencia diaria es más invisible. Lina recuerda que ahora no hay lavadoras, por lo que todo lo tienen que lavar a mano y el agua escasea. Además, ellas tienen que buscar un sustituto al gas para cocinar. La suya es una dieta pobre, basada en carbohidratos y es un milagro encontrar verduras. Las imágenes satelitales muestran cómo todos los invernaderos en el norte y en la región de la ciudad de Gaza han sido dañados o destruidos en lo que va de conflicto.

Lina hace hincapié en que todas estas dificultades en un contexto tan hostil tienen un impacto en la salud mental. “Nuestro sufrimiento es más psicológico que físico”, insiste. Lo que más le preocupa es el futuro de sus hijos. Intentó hacerles de maestra, pero por las noches cae “rendida”. Además, una madre, dice, necesita transmitir fuerza a sus criaturas y no puede ni pensar en todos los niños huérfanos que ha dejado la guerra. Oxfam Intermón estima que hay 20.000 niños que han perdido a sus padres. Y desde que empezó el conflicto, más de 15.000 niños, entre ellos mil bebés de menos de un año, han sido asesinados.

En los últimos días, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha registrado 111 muertes de palestinos por desnutrición, 10 de ellas en un periodo de 24 horas y al menos 80 son niños. El pasado 20 de junio, Unicef alertó de que los niños en la Franja de Gaza “van a empezar a morir de sed” si no hay un cambio en el bloqueo de combustible de las plantas desalinizadoras de agua que impuso Israel hace más de 100 días. Naciones Unidas subraya que cada día más de un centenar de niños son tratados por malnutrición. El número de niños desnutridos crece a un ritmo alarmante. Solo en el mes de mayo, 5.119 niños de entre seis meses y cinco años fueron admitidos para recibir tratamiento por desnutrición aguda, de los cuales 636 tenían desnutrición aguda grave, la forma más letal de desnutrición. Según Unicef, estos datos representan un aumento de casi el 50% respecto a los 3.444 niños admitidos en abril de 2025 y un aumento del 150% respecto a febrero, cuando estaba en vigor un alto el fuego y la ayuda entraba en la Franja de Gaza en cantidades significativas.

Advertencia: la dureza de estas imágenes puede herir su sensibilidad.

Mohamed Amin Hawehie

Mohamed Amin Hawehie

40 años. Es cirujano vascular, de los pocos que quedan en la Franja de Gaza.

“Pendemos de un hilo y nos morimos de hambre”

Mohamed Amin Hawehie es cirujano vascular, de los pocos que hay en Gaza, y se negó a salir porque en una guerra un médico se vuelve más imprescindible que nunca. Tiene 40 años, su mujer y sus dos hijos han dejado Gaza. Son de las pocas personas que por circunstancias extremas han logrado salir por tener que someterse su hijo pequeño a una operación médica en Egipto. “Yo me he quedado solo en Gaza. Sé que están a salvo, pero me mata no verles crecer y no estar con ellos. Es devastador. Pero me niego a salir, a pesar de que esto ha terminado con mi vida personal”, arguye.

El 8 de octubre de 2023, un día después del comienzo de la ofensiva israelí, concluyó con su mujer que su vida se había derrumbado. “Escuchamos un bombardeo muy fuerte, tan fuerte como nunca escuché antes. El suelo temblaba debajo de nosotros. Logramos coger a nuestros hijos y bajamos las escaleras corriendo por la calle como locos. Yo estaba descalzo y no sentí una aguja que se me clavó en el pie”, recuerda Mohamed. Detrás quedó su casa y los recuerdos de toda una vida. Mohamed pasó los primeros 14 días seguidos sin poder salir del hospital Nasser. “No podía irme, y salí la primera vez a las 12 de la noche, y a las seis de la mañana volví. Cené algo con mis hijos y mi esposa, y la maratón siguió”, recuerda.

Desde entonces no ha dejado de trabajar. “Hacemos muchas cirugías, tres o cinco casos por día, a veces más. [A eso se suman] los casos que se nos acumulaban, tenemos muchos nuevos y tenemos que hacer el seguimiento de los antiguos”, dice. Mohamed vivió la primera hambruna durante los primeros cuatro meses de guerra. En estos momentos, igual que el resto de gazatíes, el personal médico lucha contra el hambre.

“Pasé más de 15 horas sin comer y no podía seguir con la cirugía”

Voces del hambre desde Gaza

Rewind

PLAY / PAUSE

Forward

Desplegar para ver la traducción

Cerrar

Mohamed se quedó en Gaza para atender a los heridos, pero las condiciones son extremas también para el personal médico, al que le cuesta hacer bien su trabajo. Cuando comenzó la ofensiva, pesaba 96 kilos, ahora pesa unos 83. No tiene palabras para explicar lo que supone ser médico en esta guerra. “Nos asesinan directamente y también indirectamente”, zanja.

“Sometido al estrés, el hambre y la falta de sueño”

Voces del hambre desde Gaza

Rewind

PLAY / PAUSE

Forward

Desplegar para ver la traducción

Cerrar

Reconoce que ha cometido aberraciones desde el punto de vista médico, como operar en muchos casos sin sedación. “No es humano operar a una persona sin anestesia, amputar a alguien despierto o cortar a una persona en pedazos para tratar de curarla”, dice con una voz que se entrecorta, pero aparentemente fuerte. Remarca que no tiene instrumentos ni suministros para hacer una cirugía vascular.

“Nosotros también hemos sido objeto de ataques del Ejército y los hospitales han sido completamente desmantelados desde el primer día de esta guerra”, dice este médico. El bloqueo de la ayuda humanitaria ha impedido la entrada de suministro sanitario básico. Además, se ha permitido la entrada de un número muy reducido de médicos extranjeros. “Nosotros tenemos que curar, al tiempo que hacemos frente al impacto de la guerra en nuestra propia vida”, añade. Se refiere a las heridas emocionales provocadas por la destrucción y la pérdida de sus seres queridos. En las últimas semanas, ha atendido en el hospital Nasser a pacientes que han resultado heridos mientras acudían a los puntos de reparto de ayuda humanitaria.

“Cientos de casos llegaron al hospital desde el punto de recolección”

Voces del hambre desde Gaza

Rewind

PLAY / PAUSE

Forward

Desplegar para ver la traducción

Cerrar

Mohamed, Lina y Mahmud imploran día y noche que esta guerra termine, pero Israel y Hamás no acercan posturas para un alto el fuego.

Coordinación de contenidos: José Á. Carpio, Paula Guisado y Estefanía de Antonio. | Datos: José Á. Carpio (DatosRTVE) | Vídeo y fotos: Jebreel Abu Kmail | Diseño: Carlos Vázquez y Víctor Meneses (InfografíaRTVE · Hiberus) | Maquetación: Belén Polo y Nicolas Leschiutta (InfografíaRTVE · Hiberus) | Infografías: Jorge Moreno (InfografíaRTVE · Hiberus).

Voces del hambre desde Gaza

0
Shares
  • Share On Facebook
  • Tweet It




Trending Now
Ni 40 ni 50: cuántas flexiones son necesarias para ganar músculo
28/07/2025
Los cinco alimentos que protegen tu piel del sol (y te ayudan a broncearte mejor)
28/07/2025
Las personas que sufren duelo intenso y persistente tienen doble probabilidad de morir dentro de los 10 años siguientes
Read Next

Las personas que sufren duelo intenso y persistente tienen doble probabilidad de morir dentro de los 10 años siguientes

  • Lea éstos también

    • Alerta sanitaria: la mitad del orégano que se vende en Europa está adulteradoAlerta sanitaria: la mitad del orégano que se vende en Europa está adulterado
    • Incluso en los últimos estadios de la enfermedad, el ejercicio físico actúa como medicina contra el cáncerIncluso en los últimos estadios de la enfermedad, el ejercicio físico actúa como medicina contra el cáncer
    • Estos son los síntomas que advierten de un infarto y que son más comunes en las mujeresEstos son los síntomas que advierten de un infarto y que son más comunes en las mujeres
    • Esta es la razón por la que el IMC no es tan importante como se creeEsta es la razón por la que el IMC no es tan importante como se cree
    • Consejos para unas navidades saludables y sin pasarse de pesoConsejos para unas navidades saludables y sin pasarse de peso
    • La bebida para combatir el estrés y cuidar tu estómago de forma naturalLa bebida para combatir el estrés y cuidar tu estómago de forma natural
    • “La posibilidad de preservar su fertilidad ayuda a los pacientes oncológicos a afrontar el tratamiento con más fortaleza”“La posibilidad de preservar su fertilidad ayuda a los pacientes oncológicos a afrontar el tratamiento con más fortaleza”


  • Terms of Use
  • Privacy Policy
  • Solicitar Remoción (DMCA)
  • Portada
© Este medio no es responsable del contenido sometido por sus lectores. DMCA Policy
Press enter/return to begin your search