Cómo prevenir y curar las molestas rozaduras en verano
El calzado a veces nos puede jugar malas pasadas y arruinarnos todos esos planes que habíamos hecho previamente. Ir de paseo, correr, visitar ciudades haciendo turismo o practicar deporte se pueden ir al traste por una rozadura o por una ampolla en los pies a causa de la elección de un mal calzado.
Síntomas previos
Antes de que la ampolla aparezca, puede causar un calor intenso en la zona dañada, un enrojecimiento de la piel y molestias al roce. Después, la piel se ablandará y se levantará.
Un buen cuidado de los pies es esencial para evitar lesiones. Pixabay
Prevención
Para prevenir rozaduras y ampollas es importante mantener la piel bien hidratada durante todo el año con cremas específicas para los pies. Si vamos a caminar mucho o vamos a salir a correr es importante llevar calzado deportivo con calcetines, preferiblemente de algodón.
Elegir el calzado adecuado es un aspecto esencial. Debemos ir a comprarlo a última hora del día cuando los pies están más dilatados. Si nos aprieta, es difícil que después ceda, así que es mejor coger otra talla u otro modelo.
No es buena idea estrenar un calzado para ir a andar o a hacer deporte. Debemos utilizar un calzado que ya esté adaptado a nuestro pie. Si es de alguna temporada anterior, conviene utilizarlo antes de realizar la actividad. En las zonas más proprensas a rozaduras también podemos usar vaselina o lubricantes específicos conocidos como crema anti-rozamientos. Esto hará que el pie deslice e impide que esté continuamente en contacto con el material del calzado.