El PSG se mete en su segunda final de la Champions League tras anular a un valiente Arsenal
Ficha técnica:
2 – París SG: Donnarumma; Hakimi, Marquinhos, Pacho, Nuno Mendes (Ramos, m.88); Vitinha, Joao Neves, Fabián Ruiz; Barcola (Dembélé, m.70), Doué (Hernandez, m.74), Kvaratskhelia
1 – Arsenal: Raya; Timber (White, m.83), Saliba, Kiwior, Lewis-Skelly (Calafiori, m.68); Partey, Odegaard, Rice; Saka, Merino, Martinelli (Trossard, m.69)
Goles: 1-0, m.27: Fabián Ruiz; 2-0, m.72: Hakimi; 2-1, m.76: Saka.
Árbitro: Felix Zwayer (ALE). Amonestó a los locales Nuno Mendes (m.18) y Kvaratskhelia (86), y a los visitantes Rice (26), Lewis-Skelly (56), Calafiori (86) y Saka (86).
Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes ante unos 47.000 espectadores.
El París Saint-Germain es el segundo finalista de la Champions League 2025 y jugará contra el Inter de Milán en Múnich. El conjunto parisino ha vencido en su feudo del Parque de los Príncipes este miércoles al Arsenal en el partido de vuelta de semifinales por 2-1, sumando un 3-1 en el global. Los goles han sido de Fabián y Achraf para los locales, más el de Saka para los visitantes.
Final inédita, más que nada porque es la segunda en su historia para el PSG, cinco años después de la que perdieron en Lisboa contra el Bayern. Y será la segunda también para el técnico español Luis Enrique Martínez, que fue campeón hace justo diez años al frente del Barça. El asturiano no se verá las caras contra el que fue su equipo, pero al igual que en aquella temporada sí que tiene a tiro un triplete histórico.
De lograrlo, culminaría un proyecto de los que se llaman ‘de autor’ en el PSG, que tuvo su hito este verano con la marcha del que había sido su estandarte durante seis años: Kylian Mbappé. Luis Enrique demuestra por cada banquillo que pasa que la referencia es el entrenador, aunque en el Barça tuvo que lidiar con el protagonismo de Leo Messi.
Sin embargo, este PSG lleva su sello, aunque en esta semifinal se ha encontrado con un valiente Arsenal, liderado desde el banquillo por otro español con pasado en La Masía, Mikel Arteta. El ‘verdugo’ del Madrid en cuartos le ha disputado la sacrosanta posesión al equipo del técnico asturiano, con un 55%.
Y es que venía obligado el Arsenal para remontar el 0-1 de la ida en el Emirates Stadium. No estaba sobre el césped el autor de aquel gol, Ousmane Dembélé, que era duda por lesión hasta prácticamente el pitido inicial. El ‘Mosquito’ sufrió como todos sus compañeros la salida en tromba de los ‘gunners’, que llegaron a tener un 70% de posesión en los primeros 15 minutos.
No les hicieron falta 15, sino que con menos pusieron a prueba al meta Gigi Donnaruma, otro de los héroes de los parisinos en la noche. Avisó Declan Rice de cabeza desviado, pero luego Martinelli y Odegaard sí que acertaron entre los tres palos y obligaron al italiano a mostrar reflejos. Pero también tuvo que intervenir en la otra portería el español David Raya.
Un PSG letal a la contra y a balón parado
Pese a no ser su estilo, el PSG demostró que también sabe contragolpear con un disparo al palo de Kvaratskhelia y otra llegada de Doué, que chutó a las manos del portero español. Fue el preludio del primer gol local, que llegó en el momento justo para dar algo de alivio a la hinchada parisina. De un rechace a una falta sacada por Vitinha se inventó Fabián Ruiz un control orientado con el pecho y un zurdazo imparable para su compatriota Raya (minuto 27).
A partir del gol intentó recuperar la posesión el PSG, donde se siente más cómodo, y poco a poco se fue asentando a medida que menguaban las ocasiones y las fuerzas en el Arsenal. Pudo ampliar la ventaja por un penalti señalado por manos de Lewis-Skelly, pero Raya le sacó una buena mano a Vitinha.
Donde no pudo hacer mucho el internacional español fue en el gol de Achraf Hachimi, que culmino una contra en el minuto 72 para poner una ventaja que se hacía insalvable. Saka acortó distancias cuatro minutos después y añadió algo de emoción a los instantes finales, ya con Dembélé sobre el césped.
El internacional inglés tuvo una buena ocasión antes de su gol, que detuvo certero Donnaruma y otro disparo que se le fue desviado. Ocasiones para haberse coronado, pero que sin puntería se quedarán en el olvido eclipsadas por el júbilo del París-Saint Germain, que está a un partido de la gloria que le negó el Bayern cinco años atrás. Precisamente en el campo de este último se la jugará frente al Inter de Milán, que también tiene cuentas pendientes por la final de 2023.