El reto diario de vivir con intolerancia a la fructosa: “Comia algo ligero, me sonaba la tripa y se me hinchaba mucho”
Sin embargo, los sintomas varian y esta reaccion adversa del sistema digestivo ante la ingesta de un alimento u otra sustancia que impide metabolizarlo de forma adecuada puede provocar manifestaciones no digestivas como perdida o ganancia de peso repentina, cansancio generalizado, falta de energia o dolores de cabeza.
¿Como reconocer la intolerancia a la fructosa?
Algunas personas necesitan meses, otras incluso años, para que su cuerpo se adapte en un proceso diario, largo y, sobre todo, personal. Maria empezo con estos problemas en el año 2013, cuando le diagnosticaron intolerancia a la lactosa. En enero de este año volvio acudir a los especialistas cuando se dio cuenta de que algo no iba bien y fue cuando le diagnosticaron intolerancia a la fructosa y sorbitol.
Desde entonces, ha consultado a varios medicos y esta trabajando con un nutricionista. “No hay nada concreto, es algo relativamente nuevo” y a diferencia de la intolerancia a la lactosa “que es un poco mas comoda porque los lacteos estan bien definidos, te enfrentas a una vida sin fructosa en la que no sabes que hacer”.
Aunque es muy frecuente, la intolerancia a la fructosa sigue siendo desconocida y el mejor metodo para el diagnostico actualmente es el conocido test de hidrogeno espirado o prueba del haliento. “Te hacen diferentes tomas de aliento en distintos intervalos de tiempo para ver como tu cuerpo tolera la fructosa ingerida al principio”, indica Maria.
¿Como es el proceso de adaptacion?
Pasado ese periodo de tiempo, acudio a una dietista-nutricionista especializada en intolerancias. “Esto fue ya en el año 2018, cuando empece esta segunda fase del proceso con otra dieta. Me eliminaron todos los azucares complejos, no era solo fructosa y sorbitol, sino que tambien fue la lactosa o las legumbres y me empezaron a retirar el gluten”.
Maria, por su parte, lleva nueve meses trabajando con un nutricionista y esta “viendo la luz un poco ahora”. Es un proceso lento porque “tienes que ir introduciendo los alimentos e ir dejando al intestino descansar”. Ahora ha incorporado la batata, los guisantes y el brocoli en su dieta, que antes le sentaban mal. “Estar mala significa estar tres dias mal. Levantarte por la noche, diarreas, hinchazon… A la minima me hincho muchisimo“, relata.
Repercusiones a nivel emocional
De hecho, para Maria, uno de los problemas mas silenciosos es tener periodos muy largos de tristeza. “Hay dias que has comido sano y no te cabe la ropa, te encuentras cansada, tienes que estar tomando vitaminas, controlar muchisimo, no puedes compartir tu plato… Una sensacion muy rara porque tampoco es algo muy conocido”, indica.
Una herramienta para dar mas visibilidad a un problema que afecta cada vez a mas gente, aunque siga siendo desconocido para muchas personas.