Estas son las señales más comunes de que la persona que acabas de conocer te hace luz de gas
Estamos en una época en la que la forma de buscar y encontrar pareja se ha simplificado, sobre todo gracias a las aplicaciones creadas para tal efecto. Pero también nos exponemos algunos riesgos.
Uno de ellos es el llamado gaslighting o luz de gas, que se puede definir como “la manipulación psicológica de una persona, generalmente durante un período prolongado de tiempo, que hace que la víctima cuestione la validez de sus propios pensamientos, percepción de la realidad o recuerdos”.
Tal y como recoge el medio BestLife en un artículo, esta actitud es “intencionada y calculada con el fin de imponer control y poder sobre la víctima”, según palabras de la experta Niloufar Esmaeilpour.
“”En la atmósfera creada por el manipulador, su versión de la realidad es la que siempre se debe tomar como la verdad, sin importar lo incorrecta que pueda ser“, dice.
“Esto puede ir desde la indiferencia hacia las emociones de la persona que ha sido víctima hasta mentir abiertamente sobre lo que realmente ocurrió. Al hacer esto, un abusador domina el sentido de identidad y la percepción de la realidad de la víctima, incubando una dinámica interactiva de control y sumisión”, agrega.
Diez signos
¿Y cómo darte cuenta de ello? Existen varios signos de que es así. El primero de ellos es si la persona con la que estás saliendo insiste en la mentira y hace gimnasia mental para justificarla o mantener sus afirmaciones. Esto es una señal de manipulación psicológica, y es especialmente tóxica.
El segundo síntoma es que te aíslan: muchos manipuladores intentarán aislar a sus parejas de sus amigos y familiares, lo que les dificulta ver que la relación es anormal o nociva.
Un tercer síntoma es que triangula relaciones: ocurre cuando el manipulador presiona para que haya un contacto directo mínimo o nulo entre los dos individuos triangulados para poder controlar la narrativa entre los demás.
Otro síntoma es que los manipuladores suelen ser rápidos para hacerse pasar por víctimas, lo que ayuda a distraer la atención de las muchas formas en que sus acciones causan daño.
Por otro lado, uno llega a sentir que no puede confiar en su propia memoria. Esto se debe a que el gaslighter ha ocultado los hechos y las pruebas de manera tan astuta que todo está sujeto a debate.
Un sexto signo es que las personas que manipulan a sus parejas tienden a menospreciar sus sentimientos y opiniones y a socavar su confianza, mientras que hay otro síntoma: la derivación de culpa. Si tu pareja no parece poder disculparse por sus errores, grandes o pequeños, esto podría ser una señal de gaslighting.
A veces, todas las pruebas apuntan en una sola dirección. El octavo síntoma sería que si aún dudas de tu interpretación gracias a las aportaciones de tu pareja, es posible que estés saliendo con un manipulador.
Además, hay una frase que suelen decir con frecuencia: afirman que entienden tus sentimientos mejor que tú mismo. Por eso, si te mantienes dependiente de sus percepciones de tus sentimientos, hay menos riesgo de que llegues a la conclusión de que te están manipulando.
Por último, para un manipulador es conveniente mantener las emociones a flor de piel, tanto las buenas como las malas.