Cómo afrontar la ansiedad si mi bebé debe permanecer en la UCI neonatal
El embarazo, y especialmente el parto, son momentos de alegría para casi cualquier familia. Sin embargo, hay veces en que esa alegría se ve truncada porque el recién nacido tiene que permanecer ingresado, bien por algún problema de salud inesperado o porque ha llegado demasiado pronto. Esto suele provocar en los padres, sobre todo si el bebé se queda ingresado en la UCI neonatal, un efecto muy negativo a nivel emocional y psicológico, a veces muy difíciles de gestionar por varios motivos: falta de contacto con el recién nacido, preocupación por su estado de salud, incertidumbre, no poder atender a otros hermanos cuando los hay… por todo esto es habitual que los padres, y en especial las madres, de neonatos ingresados en la UCI vean resentida su salud mental, y no solo durante el periodo en el que el bebé está ingresado, sino, que, según diversos estudios, hasta un 30% de los padres siguen padeciendo estrés y ansiedad hasta un año después.
Por suerte, en las UCIs neonatales cada vez son más sensibles también con el bienestar de los padres y el personal sanitario que trabaja en ellas está sobradamente preparado para atender las necesidades también de los padres. Aun así, hay cosas que pueden hacer los padres para que la estancia en la UCI neonatal sea un poco más llevadera.
Aprovechad al máximo el contacto piel con piel
El contacto piel con piel -el conocido como método canguro- tiene multitud de benéficos para los bebés ingresados: les ayuda a regular el estrés, favorece la lactancia materna, regula su ritmo cardiaco y su temperatura, hace que tolere mejor las intervenciones… Pero no solo tiene beneficios para el neonato, también para los padres. El principal es que favorece que se establezca el vínculo paterno-filial, un vínculo que se establece de manera natural tras el parto, pero que se dificulta en caso de que el bebé tenga que estar ingresado. En caso de los bebés que tienen que estar en la UCI, el tiempo que podamos ponerlo en práctica será menor, por eso hay que aprovecharlo al máximo. Durante esos momentos, podéis hablarle, acariciarle, cantarle, llamarle por su nombre…disfrutad cada instante. Todo esto ayudará a sentiros mejor, más seguros, más preparados y con menos ansiedad.
También es un buen momento para, siempre que sea posible con el apoyo de los profesionales, que intentéis establecer la lactancia materna si es vuestro deseo. Además de que la leche materna es un auténtico para los neonatos ingresados, también favorece el vínculo y os ayudará a sentirnos más útiles.
No os quedéis con dudas
La incertidumbre por el estado de salud del bebé es una de las cosas que más ansiedad generan en los padres, por eso es importante que pregunten cualquier duda que tengan sobre el estado de salud de su bebé, su pronóstico, las pruebas que le hacen, los tratamientos… Los enfermeros y enfermeros son el nexo perfecto entre la familia y los médicos y no dudarán en resolver las dudas o trasladárselas a los pediatras siempre que haga falta.
Participad todo lo que podáis
Otra situación que genera ansiedad y tristeza entre los padres de los neonatos ingresados es sentirse incapacitados para cuidar de su bebé, especialmente si son primerizos. Muchas veces, por miedo o por inseguridad no se atreven a intervenir en los cuidados de su hijo, y eso es un error, pues acrecentará aún más su malestar. Es probable que haya muchas cosas que no puedan hacer, pero otras muchas que sí, como bañarlo, cambiarle los pañales… No dudéis en preguntar en qué podéis ser útiles y hacedlo.
No os juzguéis
Tener a un recién nacido en la ICU es una situación muy dura y es normal que experimentéis determinadas emociones con las que no contabais, incluso contradictorias, como temor de ver a vuestro e incluso de cuidarlo, culpabilidad por no poder cuidarlo, sentir que es culpa vuestra lo que le pasa, miedo de encariñaros por si ocurre lo peor, tener ganas de huir… Teniendo en cuenta la situación por la que estáis pasando, todas estas emociones son normales, así que no os juzguéis y mucho menos os castiguéis por sentiros así. Según avancen los días, estas emociones pasarán.
Algunos consejos para afrontar mejor sentimientos y emociones
Desde la ‘Guía para madres y padres de bebés prematuros durante la hospitalización’, elaborada por la Consejería de salud de la Junta de Andalucía, nos dan una serie de consejos para que los padres de los niños ingresados en neonatología afronten mejor sus sentimientos y su salud mental no se resienta. Estos son algunos de ellos:
•Expresad vuestras emociones. Tener cambios de humor en esta situación es normal, y es importante que os guardéis vuestro dolor: permitíos llorar y derrumbaros a veces. Os ayudará a reflexionar y retomar fuerzas de nuevo.
•Compartid vuestros sentimientos con gente cercana, como vuestra pareja, familia, padres que estén pasando por lo mismo… incluso con los profesionales que están cuidando a vuestro hijo.
•Pensad en positivo. Es normal sentir angustia, incertidumbre, miedo… pero, ante todo, mantened el optimismo, pensad en todo lo positivo que tiene compartir tiempo -el que sea- con vuestro hijo… Además, el porcentaje de neonatos ingresados en la UCI que sobreviven sin secuelas es cada vez más alto.
•Celebrad cada logro y avance. Cada día superado, cada gramo ganado, cada apoyo que se le retira…debe ser motivo de celebración.
•Cuidaos física y mentalmente. Aunque es una situación difícil y puede resultar complicado, hay que intentar buscar huecos para cuidarse: hacer ejercicio, hacer actividades relajantes, hacer algo que os guste, algún capricho, comer bien, desconectar… El autocuidado favorece el bienestar y la salud mental. Por este motivo, también es importante descansar y dormir en la medida de lo posible, pues os hará reponer fuerzas y ver todo con optimismo.
•Pedid ayuda si la necesitáis, a familiares, amigos… tanto para cuidar la casa, hacer la compra, cuidar a otros hermanos…
•Buscar ayuda profesional si es necesario. Si, aun así, sentís que todo los desborda y no podéis manejar vuestras emociones, no tardéis en buscar ayuda profesional. Algunas unidades de neonatología disponen de ayudas de apoyo psicológico para los padres que lo necesiten.